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domingo, 13 de junio de 2010

La trilla

Trillo de Daniel Estrada y María Vázquez, Muelas de los Caballeros. Sigue en la casa familiar. Charo le pule las piedras

La trilla

Bajo la cruda justicia
que el sol imparte en las eras,
el trillo arrastra en redondo
sus duros dientes de piedra.
Del trillo tiran dos vacas
y de las vacas la inercia.
Un hombre lleva a sus rabos
una guiada y dos cuerdas,
una banqueta, una pala,
una actitud soñolienta...

¡Que nubarrón de sopores!
¡Qué eternidad, cuántas vueltas!
¿Adónde fijo los ojos
para que no se me duerman?

Dos batallones de rabos
se abaten sobre sus dueñas;
las moscas, que quieren sangre,
en el empeño no cejan.
En torno todo es solana,
mañizos, parvas y medas;
el carro para hacer sombra,
sombreros en las cabezas.

La trilla es una gran cama
donde los ojos se cierran.

Ya se han cerrado del todo,
ya se han rendido a la siesta;
ya lo barrunta esa vaca
con su boñiga más tierna.

¡Que caga! –zumban mil voces
como en un grito de guerra-

Un arrebato de furias
se va a la pala, no llega...
El oloroso invitado
ya ha traspasado la puerta.
La bosta engrosa la trilla
con sus mejores esencias.

-Ya no hay remedio. compadre,
de aquí pa,lante ten cuenta.

Del libro Trozos de cazuela compartida (1991)
 
Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
 
Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios

4 comentarios:

  1. ¡Qué gratos recuerdos de mis vacaciones de infancia me ha traído tu bonito poema! Solía ser cosa de niños trillar en las eras. Al atardecer, mi abuela preparaba la merienda para los labradores y mi hermana y yo nos hacíamos un par de Kms. largos, subidas en la yegua unas veces y otras caminando, hasta la era de mi tío. Era el momento anhelado todo el día, subirme en el trillo con mi primo y dejarme llevar en charla y ensoñaciones.
    Un abrazo, poeta.
    Ascensión

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  2. Hola, Ascensión:
    Es verdad que LA TRILLA, de niños, era un "divertimento" (no tando cuando era obligación y por todo el sando día). Luego, de mayores, se convertía en un trabajo oneroso, como el resto de las tareas del campo en el verano: siega, acarreo, trilla, maja, aventamiento... Yo lo hice durante algunos años y puedo asegurarte que es duro. Luego se convirtió en añoranza, como toda la vida en el pueblo. Ahora, la trilla, es una reminiscencia.
    Comprendo que para ti fueran ratos de anhelos y ensoñaciones. Y para mí también, en la parte que me pilló de niño. Veo que hemos vivido experiencias muy paralelas. Un fuerte abrazo

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  3. No conozco la experiencia de la trilla tan directamente como vosotros, pero eso no evita que me transporte a ese estado del tiempo y del espacio donde las nubes se paran sobre el campo, donde el zumbido de esas moscas me arrastra al calor del sol que se despliega a plomo sin importarle la dureza del trabajo o el cansancio de las reses. No, no conozco la trilla, pero este pasaje me ha llevado a ella, con todo detalle. Abrazo

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  4. Hola, Anónimo: veo que a pesar de no tener una experiencia directa no has necesitados de explicaciones suplementarias. Lo has entendido muy bien y compruebo que te ha llegado hondo. Gracias.

    Sin embargo, hay algunas personas que me han dicho en privado que no acaban de entenderlo muy bien. Para ellas dejo esta nota:

    Según en diccionario de la Real Academis, trillar es : "Quebrantar la mies tendida en la era, y separar el grano de paja".
    Lo explico:
    Se tiende la mies en la era (en forma de redondel, como una pequeña plaza de toros) y luego se pasa el trillo (como el de la foto) con los dientes hacia abajo, tirado por vacas o mulas y montado por una o dos personas (A veces se le añaden pesos) Y se dan vueltas y vueltas hasta que la paja se hace trizas y el grano queda entre ella, pero suelto. Luego se junta todo en un montón y se limpia, aprovechando el viento. El gano queda, por el peso, la paja vuela. Esto se hace a mano o a máquina. Bueno, se hacía. Luego vinieron las cosechadoras...

    Un abrazo

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