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viernes, 11 de junio de 2010

Lago de Truchillas

Patricia y Daniel Estrada en el Lago de Truchillas, hace entre 15 y 20 años


Lago de Truchillas.

Queridos amigos: ahora que se queman los montes en España y hace calor en el Sur, que para esto sí existe, ¿no os apetece una tacita de refrescante agua fresca? En este relato la encontraréis. Agua de montaña, apetecible y fría. Agua de altura. Agua glaciar. Lago pequeño, pero lago. Sin turismo. Con soledad. Con honda soledad...

Como en el sur (del Lago) hay una pequeña pradera, algunas veces hay vacas, pero también están solas. Amaneceres limpios, noches de profundo silencio... La descripción es del lago de Truchillas, y Truchillas es un pueblo chiquito (Truchas es mayor, o eso sugiere el nombre, pero no lo sé). Ambos están cerca de Muelas, aunque hay una sierra por medio... Cuidado con sus dientes, llevad un botiquín, las tiritas las tenéis allí, de frío... (No es verdad, en agosto se puede uno bañar en el lago, yo lo he hecho a veces...)

Un abrazo


De Aguablanca al Lago de Truchillas

La espalda de la sierra de la Cabrera, desde esta fuente blanca e invisible (*), es una metáfora de lo trascendente. “¿Quién se atreve a rasgar sus tafetanes negros?”. No sólo es esta china gigante que tengo ante mis ojos, sino la sierra toda ¿Cómo pasar al otro lado? ¿Qué hay al otro lado? ¡Ah! San Pedro es el portero del cielo, pero no es el único. Ni al cielo se accede solamente desde Madrid. Se puede ir por Vega, por ejemplo, cortafuegos arriba, y luego campo a través. Aldilá, trasmonte, plus ultra, trascendencia. La trascendencia requiere imaginación, tal vez metafísica y engaño. La montaña se cruza con piernas y voluntad. ¿Sugiere usted que en el trasdós de esta montaña - tampoco tan difícil de trasponer-, hay un enclave celeste, un edén, algo semejante a un paraíso? No, lo que hay es un circo con enanos (por el frío, ¿sabe usted?, monte bajo, naturaleza rastrera) y un agua que corta los tobillos y enfría las sandías con la efectividad de los neveros. A propósito: ¿cómo nacieron los neveros si son anteriores a las neveras, que debían ser sus madres? No sea usted simple, hombre, ni chistoso ¿O es necesaria una caballa para que nazca un caballo?

Truchas es un pueblo. Truchillas es un pueblo con lago: lago de Truchillas. Un lago pequeño, ciertamente, casi un suspiro, casi una lágrima de Nereida. Laguillo, sería más justo decir. Lagunilla, iboncillo. La Gunilla y Von Bismark. En el frente sur, entre el lago y el arroyo, hay una pradera con vacas; el resto es un ribazo de vegetación adaptada a las alturas y una invitación a la nieve. El fondo del lago es una alfombra verdosa. Arándanos y vacas en agosto, nieve en enero, hielo en febrero, “viento en popa a toda vela”, marzo nidarzo. En Julio ya se puede acampar. Agua, claridad, virginidad. En enero se hielan las ideas. En agosto hay vacas. Y están solas. Sin toros, sin maridos, sin pastores. Sin encanto. Solas. Pero ¿qué? ¿Para qué engañapastores? Las vacas no son apetecibles. Las terneras, sí, en filetes. Filetes de ternera. Lo siento, señor, sólo hay estofado de vaca. De la vaca, la leche y el ternero. Del ternero, la carne. De la carne, la forma, la contemplación, el rendibú, el teticulo. Es decir, la vista, el tacto, la caricia, la plenitud gozosa del pecado. “Después del amor, la tierra / Después de la tierra, todo”. La vaca es un espectro inquietante en el trasluz de una tienda de campaña en el verano.

Amanecer, diana forzosa. Julio, vamos a desintegrar la montaña. Empuja. Que las rocas se pongan a rodar por la ladera. Enero, cúbrela de nieve y de congelación. Agosto es un goteo en la roca, refrescante y puro, al fondo de la herradura del lago ¿Por qué te llaman circo? Rosicler. Amaneceres con fuego. Albas anteriores al Diluvio. Pureza, ingenuidad, resplandor que se abre a la mañana sobre los cuerpos que duermen y sueñan y palpitan. Sol que alcanza la lona de la tienda, que es intimidad de dormitorio. Trasluz. Cuernos de la vaca. ¡Dios! ¿Qué es esto? Esto es un rumiante, esto es el pasto, esto es la pradera ¿De verdura? Sí ¿No ves que es una vaca, tonta? Una vaca tonta ¿Que muerde? Claro, con los pitones. Y tú metida en un saco. “Dormir, tal vez soñar”. La vaca es el aguijón de la pereza. Pero muy madrugador ¿no crees? Y qué pronto es por las mañanas ¿no? ¿Qué hacemos ahora? Esperar, luego se hace más tarde.

Los amaneceres de agosto, en el lago, son esperanzas con abrigo. Caricias trémulas, recogimientos del alma. La calma nos remite a la inmensidad del universo. Quietud imperturbable. Limpidez purificadora e infinita. Altitud de miras. El agua del lago es un espejo de confusión. Observa. Ponte así o asá. Túmbate, ladéate. Gira la cabeza hasta la horizontalidad con el terreno. Haz abstracción de la postura. Ahora, dime: ¿dónde está la montaña? No sé, hay dos montañas ¿Acaso estoy borracho? Sí, de gozo y de admiración. La realidad y su imagen. Virtualidad. Identidad. En el principio fue el agua. Luego vino la luz y sobre el agua se reflejó la naturaleza. La luz se extendió por la mañana y todo fue transparente y luminoso. Y tus ojos, mujer, apartados ya de los rumios y del miedo, creyeron en los míos que, llenos de amor y borrachera, se posaron sobre ti y contemplaron tus ámbitos hermosos, duplicados por la luz y los sentidos, igual que la montaña por el espejo del lago. Amaneceres de altura. Bellezas prontas. Gritos del silencio. Plenitud humana. Calmas adquiridas. Territorio al alcance de los mortales...

Del libro “Aguablanca: caminos de ida y vuelta”

(*) Se refiere a la fuente de Aguablanca

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com/
Poemas recreados: http://groups.google.com/group/paisajes-literarios

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