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lunes, 14 de enero de 2013

Calipedia




Tomade de internet sin ánimo de lucro

Calipedia

Porque tu cuerpo era un fuste comparable a Roma,
mi cuerpo, caedizo, sin mediación de vestales,
reavivó la brasa en el arcano de Eros.
Allí adquirió el ardor para poblar el Paraíso
                                                          de serpientes
y esquilmarle a Dios sus intangibles manzanas.

Tanto fue el amor que, desde entonces,
mi ya adinámico sexo se desprendió de la abulia
y fue a instalarse en tu vientre con pasión de mozo.
Pero al cabo, por un capricho del agua,
                                               ¿o quizás del tiempo?
el fuego declinó para dejarme
sobre agónicos rescoldos, sobre húmedas cenizas.
Y tú seguiste siendo lo que eras:
un incólume fuste, una columna de Roma.

Me queda el privilegio de mirarte
desde el flujo vano de una triste lágrima,
y el pensamiento obsesivo de que Eros me retome
-aunque medien las histriónicas vestales-,
y pueda yo alargarme en apolíneas genealogías,
                                              en árboles adónicos.

Ya no pido el placer, el goce intranscendente,
                                      el idílico instante,
sino la eternidad y la historia en una punta de estrella.

Mariano Estrada. Del libro Azumbres de la noche (1993)

2 comentarios:

  1. QUE HERMOSO POEMA MARIANO , EL ETERNO AMOR EROTICO DE UN HOMBRE HACIA UNA MUJER , EL SER MAS HERMOSO QUE DIOS PUDO CREAR , Y LA CORTEDAD DEL DISFRUTE QUE DESAPARECE CON LOS AÑOS AUNQUE EN NUESTRA MENTE NUNCA MORIRA ,Y VIVIRA MIENTRAS TENGAMOS VIDA , REALMENTE HERMOSO , Y MUY PECULIAR EN LA FORMA DE DECIRLO , QUE ES REALMENTE MUY BUENA

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  2. Gracias, Juan:
    Un día me enteré, y de esto hace ya muchos años, de que al hecho de procrear se le podía añadir la coletilla "hijos hermosos". Y yo me maravillé porque entonces la procreación se convertía en un arte. De manera que a ello me entregué durante el tiempo de escribir este poema. Lástima que el propio diccionario, en su definición de "calipedia", advirtiera expresamente de que era un arte quimérico.
    De ahí viene la lágrima.
    Un fuerte abrazo

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