Carta a Martina por su primer cumpleaños

Martina, con 10 meses

CartaMartina, PPS de Mar: (hay que descargar, botón derecho)
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Carta a Martina por su primer cumpleaños

Hola, Martina:

Este es tu primer cumpleaños  y esta es la primera carta que te escribo. Si tuviera que hacerlo utilizando las palabras que tú sabes decir, tendría que ser de este modo:

Agua, agua, agua… Fu, fu, fú… Pa, pa, pá… Esó, esó…  Ma, pa, tá… Guau, Guau… Churro.

Con ello querrías decir que el agua te encandila los ojos, te desata el corazón y te suelta efusivamente la lengua; que el viento te está dando en la cara; que has visto una barra de pan; que quieres algo que ves en ese momento; que estás con tu mamá; que viene tu papá; que está ladrando un perro y que llamas churro al churro aunque te haya salido de chiripa.

Y cuando te enfadas, chillas. ¿Y qué dices entonces? ¡Ahhhhhhhhhh! Y se te pone una cara de diablillo enfurecido que es digna de contemplar. ¡Hay que ver el genio que tienes! Claro que lo contrarrestas muy bien con esa risa pilla que te asoma continuamente a la boca, con esos gestos dinámicos y exultantes y con esos ojos negros, profundos y molones  por los que te sale a chorros la inocencia.

Pero yo sé que sabes expresar otras muchas cosas. Por ejemplo: que las flores son regalos para los ojos; que hay montones de “aggggggs” que no puedes llevarte a la boca, porque son caca, aunque luego no hagas ni caso y te los lleves. Sabes expresar que determinadas comidas no te gustan, o que ya no quieres más de las que sí te gustan. ¿Y cómo expresas esto? Con pedorretas. Salpicando de fideos, o de agua o de yogur a todo el que se te ponga por delante. “Eso no, Martina”, te dicen. Y entonces sueltas los labios como si fueras un potrillo sin domesticar y esparces por el aire todo lo que tienes en la boca. Y si alguien se ríe, lo repites. Y si alguien se enfada, lo repites con cara de desafío. Eres una niña muy cuca. O sea, una cuca tremendamente adorable.

Además,  sabes expresarte bailando. Vaya, y cómo te expresas de este modo. Uno se queda embobado mirándote, admirándote, queriendo atrapar tus movimientos para comerlos uno a uno. Son tremendos, no parecen propios de una niña tan joven. Claro que tu mamá ya se encarga de alimentarte el oído con todo tipo de músicas. Y tu abuela Rosa también, aunque te ponga siempre a su admirado Bosé, o a Serrat, o al Dúo Dinámico… Bueno, a veces te pone también a Robbie Williams… Un día te despertarás y sonará en tu cuna la famosa nana de Brahms o  “La mañana” de Grieg, porque a tu abuelo le tiran mucho los clásicos.

Naturalmente, también sabes llorar, aunque lo cierto es que no lloras demasiado. Es verdad que pones pucheritos o llantinas en el corazón de tus papás, de tus abuelos, de aquellos a los que quieres engatusar emocionalmente. Sí, sí, lo has entendido muy bien: sabes hacer pequeños chantajes. ¡Madre! Y qué bien se te dan…

En fin, Martina, no quiero cansarte demasiado en esta primera carta. ¿Cómo ibas a leer después las muchas que aún están pendientes de escribir? Solo quiero que sepas que la “abuelitis” ya es crónica, que el amor que te profesamos tus abuelos no tiene cura, que te has metido de lleno en el corazón de los que te quieren, especialmente en el de tus papis, y que de ahí no saldrás ya nunca, por mucho que un día, quién lo sabe,  te vayas a vivir al otro lado del mundo.

Te queremos con un amor tan grande, tan profundo y tan puro que las radiografías al uso no lo detectan porque no tiene subterfugios ni enmiendas ni peros ni tachas ni borrones. Es inmaculado, es inmarcesible y transparente, pero también es terrenal y absolutamente humano. Es el amor en su auténtica cuna de nacimiento. Qué suerte tenemos contigo, niña. Y qué afortunados tus papis.

Es tu primer cumpleaños, el día irrumpirá en el horizonte con una explosión de luz que se irá depositando sobre el mar. Y traerá un letrero en la frente que dirá con letras muy grandes: ¡FELICIDADES, MARTINA, HOY CUMPLES UN AÑO!

07-09-2013

Martina, a punto de cumplir un año

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios