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sábado, 21 de febrero de 2015

Presentación de Los territorios de la inocencia



  Cartel de la presentación realizado por Lalo F. Mayo. Foto de JM Piña.

Será el próximo sábado, día 28 de febrero, a las 19,30 horas, en el Centro social Llar del Pensionista de Villajoyosa. Seréis muy bien recibidos.

Dejo aquí un pasaje de El alero, uno de los relatos del libro.

Fragmento de El alero (1979)

...Faustino había perdido el contacto con la realidad. Sus ojos se habían sumido en ese estado del sueño que no participa en absoluto de la consciencia, en ese estado profundo que no participa siquiera de la virtualidad, de las imágenes, ese estado próximo a la muerte.
De ahí, de esa nube blanca, fue recuperado tras leves instantes para la representación de los sueños. Y soñó, soñó. Volvió a la virtualidad de los espejos para verse carne incapacitada para las últimas comprensiones. Se vio en una forma de realidad caprichosa...
Se vio incorporar sobre sus pies, penosamente, para arrastrarse hacia el alero. Se vio resbalar, caerse…Vio que su cuerpo se deslizaba sobre las tejas y, poco a poco, traspasaba por fin la línea del alero por el lateral del poste metálico. Pero su cuerpo no iba a ser recibido aún por la calle, porque su cuerpo se volvió prisionero de su chaquetón y este fue atrapado por la interposición azarosa de la materia: una de las palomillas que sobresalían de la base del poste de la luz, el cual se hallaba anclado a la pared y estaba reforzado por una especie de barras que tenían unos ganchos apuntando hacia el cielo. ¿Protectores? ¿Salvadores? De ahí quedó colgado Faustino después de traspasar el alero. ¡Después de traspasar el alero! Nunca lo hubiera creído, Temblaba. Temblaba su corazón, su biología, pero se sentía paradójicamente pacificado, sin miedo en los pensamientos, sin deseos tampoco de precipitarse hacia la inmolación en aquella especie de viaje intervenido.